Viajar por el mundo, trabajar para una revista importante o ser bailarina, pueden ser sólo algunos de los sueños que tuvimos cuando éramos muy jóvenes. Pero, ¿cuándo los dejamos atrás?
A cada acción corresponde una reacción, y por tanto, nuestro presente y futuro son resultado de cada una de las decisiones que tomamos. Algo que deberíamos recordar siempre, es que para cumplir nuestros sueños debemos enfrentar algunos miedos.
Si bien, no todos los sueños pueden lograrse sí debemos esforzarnos por vencer nuestros miedos. Para ello habrá algunos que debamos sacrificar, pero lo más importante, es qué lo que hagamos llene nuestro corazón.
De acuerdo con el columnista Steve Tobak: podrían existir cuatro razones principales por las que nos conformamos y no vamos cuán lejos querríamos realmente.
Miedo
Este es el motivo principal por el que la gente prefiere mantenerse en la zona de confort y no tener el coraje para llevar a cabo lo que siempre soñó.
Procrastinación
Más allá de su significado, el hecho de postergar para el día siguiente podría considerarse sinónimo de “hacerse daño a uno mismo”.
Según Piers Steel, profesor de Psicología Motivacional en la Universidad de Calgary. Procrastinamos para evitar sentimientos negativos, pero terminamos sintiéndonos aún peor, hacemos de cosas banales nuestras prioridades.
Las circunstancias
Como lo dijimos, cada decisión nos ha llevado al lugar donde estamos, y precisamente así podríamos llegar a donde queremos estar. Muchas personas exitosas inician desde cero, aunque eso sí, algunos otros se van por un camino equivocado sin saber que había más opciones.
Malos consejos
Escuchar siempre es bueno, pero cegarnos por lo que otros opinan suele ser un gran error. ¿Podemos consultar diversas opiniones?, claro que sí, pero siempre recordando que el camino a seguir es individual y siempre hay que seguir nuestras corazonadas.
Atrévete a hacerle caso a tu corazón y no lo pienses tanto, los sueños están donde tu felicidad es simple y real.
Como diría Antoine de Saint-Exupéry, escritor de “El Principito”: sería una locura renunciar a todos tus sueños sólo porque uno de ellos no se cumplió.